Este fin de semana, Irene Rosales regresaba al plató de ‘Viva la vida’. Lo hacía con el nerviosismo propio de quien lleva tres meses viviendo en una burbuja como la que nos ha envuelto a cada uno de nosotros. La mujer de Kiko Rivera ha pasado la cuarentena en Sevilla, muy pendiente de su padre, que vive solo desde que el pasado febrero falleciera la madre de la modelo.
Pero eso va a cambiar. Ella misma explicaba que, después de esta situación y por temor a lo que le pudiera pasar estando solo y enfermo como está, han tomado la decisión de que se vaya a vivir con ellos y con las niñas. «Mi padre se viene a casa a vivir con nosotros. Como sabéis lleva muchos años enfermo y, tras la falta de mi madre, pues creemos que es lo mejor», comenzaba explicando Irene.
«Durante la cuarentena he ido cada día a casa de mis padres para estar con él. Ahora hemos tomado la decisión. Va a ser más fácil cuidarle así«, continuaba, antes de detallar todas las precauciones que ha tomado cuando salía de casa para ir a la de su padre, evitando así las críticas que se han extendido, sobre todo contra personajes públicos, durante el tiempo de la cuarentena.
«Me está viviendo muy bien estar en casa. Dentro de la preocupación que existe con la situación intento que las niñas no se den mucha cuenta de las cosas. Yo salgo todos los días a ver a mi padre porque tengo que cuidarle. Voy con geles, guantes, mascarilla, dentro de lo malo intento mantener la normalidad«, remataba Rosales de argumentar por qué han tomado esa determinación en la que ha estado apoyada, en todo momento, por Kiko Rivera.
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