- «Ha sido muy duro. Nos hemos echado mucho de menos los dos», declaraba Belén.
- Durante el tiempo que han estado separados, la de Paracuellos se emocionaba cada vez que recordaba a su marido.
Lo peor parece haber pasado ya. La pandemia obligó a Belén Esteban a quedarse en casa, pues está considerada población de riego al ser diabética. Esto supuso que no pudiera ir al plató de ‘Sálvame’ y, lo peor de todo, que se confinara en casa sin su querido Miguel. Y es que su marido, al ser conductor de ambulancias, está en contacto directo con enfermos y sanitarios, y tuvieron que separarse. Una situación que ella ha vivido con angustia, y que ya ha visto su final.
La pareja ya hace vida en común, pues él ha regresado a la casa familiar de Paracuellos del Jarama, en Madrid, después de haber pasado estos días en su ‘piso de soltero’, junto a un amigo. Ella, por su parte, ha estado con su hija, quien ha hecho las veces de cámara durante sus conexiones televisivas por videollamada, donde nos ha preparado los platos que mejor le salen o los que le pedían, siempre amenizados por sus canciones.
Miguel ha vuelto a entrar en el hogar que hasta la pandemia compartía con su mujer. Aquí le vemos en el porche, dirigiéndose al interior.
Belén y Miguel han actuado con máxima cautela, pues la colaboradora de ‘Sálvame’, al ser diabética, pertenece a un grupo de riesgo, y el conductor de ambulancias está en contacto con enfermos y sanitarios. Aunque se comunicaban por teléfono y se intercambiaban cosas en el porche, nada como volver a estar juntos.
Una vez que Madrid ha entrado en la Fase 1 de la desescalada, la pareja ha vuelto a hacer vida en común y puede moverse en el mismo coche. Tras hacer la compra, Belén, que tiene el carné de conducir, prefirió ir de copiloto. Ambos, eso sí,con mascarilla.
Ya juntos, Belén y Miguel, que el próximo 22 de junio celebrarán su primer aniversario de boda, se comportan como un matrimonio cualquiera. Así, hace unos días pudimos verlos por su pueblo saliendo juntos a hacer unos recados. Después de reponer la despensa, él salió a comprar hamburguesas, que luego degustaron en casa. Un plan tranquilo para un día en pareja.
A la mañana siguiente, Belén acudió en solitario a un centro de estética situado en un centro comercial próximo a su domicilio.
Para ir al centro de estética, Belén cogió otro coche más pequeño, que suele utilizar por el pueblo.
¿Será que está preparando la vuelta a televisión? Muy guapa, con el pelo más rubio y liso, algo bronceada y con un vestido camisero que demostraba que no ha engordado durante el confinamiento.
Luego quedó con una amiga para tomar el aperitivo en la terraza del bar El Mosky, e ir juntas al supermercado. Por su parte, Miguel esa jornada continuó con los recados para la casa.
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