Habla la expareja y madre de la hija de George Floyd: "Gigi ya no tendrá a su padre"

En medio de la oleada de manifestaciones y gestos en las redes sociales a nivel mundial (con el #BlackoutTuesday como máximo exponente en Instagram), la expareja de George Floyd y madre de su hija, Roxie Washington, ha roto su silencio. Unas palabras desgarradoras las suyas con las que pide justicia y se muestra rota ante el panorama que se le presenta ahora a la pequeña Gigi, que tan solo tiene ocho años y que tendrá que crecer sin la figura paterna.

Ha sido mediante una rueda de prensa. Ofreciendo la misma información a todos los medios. Con su hija acompañándola en una comparecencia muy complicada en la que ponía en valor las bondades de un hombre que ha perdido la vida tras un arresto en el que las imágenes evidencias un abuso de poder y de fuerza desmedidos.

«No tengo mucho que decir, porque no puedo juntar mis palabras en este momento«, comenzaba visiblemete rota y antes de coger aliento para poder continuar: «Pero quiero que sepan que esto es lo que consiguieron esos oficiales. Al final del día, pueden irse a casa y estar con sus familias».

En ese momento es cuando Roxie indica que, ahora, su hija no va a contar con George nunca más. El verdadero drama más allá de la pérdida de su vida y de la evidencia de un racismo contra el que se ha alzado la población mundial pidiendo la misma justicia para él que ayer reclamaba su expareja. «Gianna ya no tiene padre. Nunca la verá crecer, graduarse, nunca la acompañará al altar», se lamentaba.

Quiero justicia para él porque era bueno»

«Si hay un problema que tiene y necesita a su padre, ya no lo tiene«, continuaba antes de aclarar los motivos por los que había decidido ponerse delante de los micrófonos, y sin poder evitar derramar lágrimas: «Estoy aquí por mi hija, y estoy aquí por George. Porque quiero justicia para él. Quiero justicia para él porque era bueno. No importa lo que piensen los demás, fue bueno». Señalando a la niña, aseguraba que esa era la prueba evidente de que Floyd fue un buen hombre.

Tras Roxie, tomó la palabra uno de los mejores amigos del fallecido, Jackson, que la sustituía en el estrado mientras negaba con la cabeza pronunciando que eso no tenía sentido, y lanzándole unas palabras de consuelo, para que supiera que su hija no estaría sola en este camino que tiene que emprender ahora: «Voy a estar allí para ella. Voy a limpiarle las lágrimas«.

Jackson subrayaba que, si había tomado la palabra, era para «mostrarle al mundo que George Floyd no es solo un nombre, no solo un meme y no solo alguien que usar para reivindicar: era una persona real». Y añadía: «Era una buena persona y tenía personas que lo amaban. Así que hoy estamos aquí para mostrarle al mundo que estas son las personas que lo amaron».

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