El Fyre Festival permanecerá en nuestra memoria como un símbolo de los tiempos. El fake it till you make it (fíngelo hasta que lo consigas)fue la filosofía de Billy McFarland, que como buen millennial estadounidense, pensó que lo importante era ser ambicioso y pensar a lo grande. Lo demás ya vendría después.
En cualquier caso, antes de que todo se viniese abajo, el fundador del que sería el festival de lujo definitivo, en las Bahamas y con gente guapa, pudo pagar a Kendall Jenner, Emily Ratajkowski y Bella Hadid, entre otras celebridades y modelos, para promocionar el evento en sus redes sociales. Pero como todos sabemos ya, gracias, en parte al documental de Chris Smith, que se puede ver en Netflix, Fyre: la fiesta más exclusiva que jamás sucedió, aquello jamás ocurrió. Los que consiguieron llegar (algunos aviones nunca aparecieron en Miami para recoger a los asistentes) se encontraron con una isla semidesierta, embarrada, con sándwiches a medio hacer y tranchetes mustios.
Por supuesto, no había música ni habitaciones de lujo, ni todas esas comodidades por las que estos niños ricos habían pagado entre 10.000 y 30.000 dólares. Solo los restos del naufragio, de uno que nunca tuvo lugar.
Después de aquello, McFarland ingresó en la cárcel en donde cumplirá una condena de seis años; mejor suerte tuvo su socio, el rapero Ja Rule, que se libró de la cárcel. Pero ellos no fueron los únicos que se enfrentaron con la ira de los afectados. Greg Messer, el fideicomisario del festival que pretende recuperar parte del dinero invertido en promocionar el fallido Fyre Festival, denunció el pasado septiembre a Jenner y a Ratajkowski, así como a varias agencias de modelos y representantes que recibieron pagos por publicaciones promocionales.
En el caso de Jenner, Messer alega que la modelo promocionó el festival en una publicación de Instagram por la que cobró 270.000 dólares. Sin embargo, no avisó de que se trataba de publicidad; además, dio a entender que algunos miembros de la discográfica G.O.O.D. Music, encabezada por su cuñado Kanye West, actuarían en el evento.
Ahora, la celebridad ha accedido a pagarle 90.000 dólares a Messer, aunque seguirá siendo solo una tercera parte de lo que cobró por publicar un solo post.
Hace un año, la modelo se lamentó sobre este incidente. "Te escribe mucha gente para proponerte promociones, o que los ayudes o lo que sea, y nunca sabes cómo acabarán estas cosas, a veces es un riesgo", le contó Jenner a The New York Times. "No puedo negar que investigo todo lo que puedo, pero a veces no puedes hacerlo tanto como te gustaría porque la marca aun acaba de empezar y debes tener un poco de fe en ella. Y también tener esperanza de que funcione de la manera en la que ellos esperan que lo haga, pero nunca sabes qué va a ocurrir realmente", se excusó la modelo.
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