La diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada ha pasado el confinamiento en su finca de las afueras de Madrid. Allí, rodeada de animales y con la compañía de su hijo Tristán, ha podido ordenar ideas y curar heridas. Se siente una mujer nueva, preocupada por la situación actual y sobre todo por la incertidumbre de su sector el de la moda.
Por eso, mientras define cómo será el futuro de su tienda y los desfiles de las colecciones, ha decidido colaborar con Lidl en la creación de tres diseños exclusivos de mascarillas con un fin solidario: recaudar fondos para el proyecto ‘A tu lado’, desarrollado por Save the Children –entidad con la que Lidl ya colabora– para ayudar a las familias más vulnerables y afectadas por la actual situación.
De esta forma da respuesta a la creciente necesidad de utilizar la mascarilla como un elemento de higiene y protección y a la vez, seguir ayudando a los colectivos más afectados por la paralización de gran parte de la actividad económica en nuestro país.
«Me hace mucha ilusión poder colaborar en este proyecto y demostrar que la moda española también se está volcando de manera extraordinaria para ayudar a la sociedad. He creado tres mascarillas ‘felices’, con colores vivos, además de corazones y besos, para trasladar un punto de optimismo y que uniendo nuestras fuerzas saldremos de esta», explica la diseñadora, consciente de la importancia que tiene para nuestra salud, pero con el convencimiento de que se van a convertir en un complemento más en nuestras vidas y que vamos a tener que seguir usando para protegernos.
A principios de julio se pondrán a la venta 500.000 mascarillas solidarias, con los tres diseños creados por Agatha Ruiz de la Prada, en packs de dos unidades, al precio de 3,99 €, que solo podrán adquirirse en los establecimientos de la cadena. Lidl donará a Save the Children un euro por la venta de cada pack. Las mascarillas son reutilizables y tienen una eficacia de filtración bacteriana superior al 90%, son lavables y reutilizables hasta un máximo de cinco lavados.
La diseñadora ha apostado por un estampado de topos multicolores, un fondo azul vibrante y corazones blancos, y labios rosados y besos en forma de corazones. La iniciativa ha tenido tal acogida que, tras la campaña de un mes de duración, Ruiz de la Prada, seguirá confeccionando para todos los puntos de venta que tiene en diferentes partes del mundo.
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