Cayetano de Betolaza existe… ¡y resiste! Hablamos con Patricio Alvargonzález, creador del personaje viral del momento

En los últimos días se ha hecho muy popular un perfil de Instagram que cuenta las andanzas de un "pijo sin complejos, que es frívolo sin saberlo" que pasa el confinamiento en Bilbao. Mientras el servicio, capitaneado por Mauricio, el mozo de comedor, toma su casa de Madrid. Es Cayetano Sáenz de Betolaza, criatura –que no álter ego– del guionista Patricio Alvargonzález, colaborador habitual de esta revista.

Si lo han visto sabrán que Cayetano es descendiente directo del marqués de Leguineche de la saga Nacional de Luis García Berlanga, pero no solo. Nos lo cuenta en primicia su creador, que admite que el personaje surge simple y llanamente "del aburrimiento del confinamiento, de no hacer nada. Me encuentro en casa de mis abuelas, que daba pie a todo esto porque es una especie de Grey Gardens, aunque ellas lo tienen más ordenado. Todo empezó durante un almuerzo. Salió el tema lo de los cayetanos -como se conoce en Twitter a los manifestantes de la calle de Núñez de Balboa (Madrid)- mientras Aleida, la chica cubana estupendísima, servía la comida. ¡Esta noche sacamos al servicio a protestar!, exclamé. Nace todo de un pensamiento continuo de hacer reír, que es una actitud de vida. Hasta que mi tía Vega Royo-Villanova me animó a abrirme la cuenta de Instagram", cuenta Alvargonzález.

"Como referencias, hay dos pilares indiscutibles: el marqués de Legineche, berlanguiano, símbolo de esa aristocracia decadente y pasada de todo. Hay otros personajes de pijos que se han hecho virales pero que son un poco más violentos. Mi Cayetano Sáenz de Betolaza está de vuelta de todo", insiste. "Y el otro pilar irremediable son los audios de Gabriel llamando a Cosme que se hicieron virales hace unos años. Cayetano y Gabriel son amigos de toda la vida", añade Alvargonzález quien, como otro de sus personajes –el marqués de Carabás– entrevistó al duque de Salmorejo –Gabriel– hace tres años, con motivo del cierre de Embassy. Pueden escucharlo aquí.

Un amigo que sabe mucho de cine dice que en Cayetano Sáenz de Betolaza hay más de Jaime de Armiñán que de Berlanga. ¿Está de acuerdo?
Puede. De Mi querida señorita, con ese José Luis López Vázquez travestido que se da cuenta de que toda la vida le han tratado de una manera, pero él quiere actuar como un hombre, como una persona normal, de a pie, y le cuesta. Cayetano está un poco en ese punto. Se ha topado con esa dosis de realidad. Lo último es que le ha abandonado el servicio.

En cuanto a la interpretación del personaje: ¿qué actores le inspiran? Se habla de Óscar Ladoire, o incluso de Jaime de Mora y Aragón…
Mora y Aragón por supuesto, en todas sus intervenciones en las películas de Paco Martínez Soria; Cayetano tiene mucho de Escobar, como te decía. Son influencias no conscientes, que surgen del recorrido que tengo yo, de mi pasión por películas que son directamente parodias, como las de Berlanga, o de esas de amor y lujo tipo Asesinato en el Orient Express, que te dejan unos comentarios de una frivolidad divertidísima.

A post shared by Cayetano Sáenz de Betolaza (@cayetanosaenz) on

Como le comenté, el ‘ De Betolaza’ me pareció al principio un ‘De Ostolaza’, un bonito recuerdo al Luis María, rey del panecillo, de Acción Mutante. ¿Qué otros cineastas contemporáneos hay detrás de Cayetano?
Alex de la Iglesia desde luego, hay también un punto de Edu Casanova, no del de Pieles, que a Cayetano le parecería una grosería. Cayetano y yo tenemos una personalidad a veces desacorde, estaríamos peleados todo el día, pero le admiro. No es mi álter ego en absoluto, pero me encantaría ser él, ser así de libre y no tener que preocuparme por nada, y menos por lo que piensa la gente. Es una persona completamente naíf, feliz rodeado de lo que sea.

Patricio Alvargonzález se define como "un viejo con alma de joven" que aspira a que le llamen viejo verde como a su admirado Berlanga, que se jactaba de haberlo sido desde los 15 años. Además de las referencias al director de El Verdugo, a Álex de la Iglesia y a Víctor García León, director de Selfie, o al libro Yuppies, Jet Set, la movida y otras especies. Manual del perfecto arribista de Carmen Posadas, que Alvargonzález descubrió nada más llegar a casa de sus abuelas en Bilbao, en Cayetano hay elementos de Federico Fellini, en particular de La Dolce Vita; de Paolo Sorrentino, de George Cukor y, sobre todo, de Woody Allen. "Solo hay dos personas en esta vida que me han inspirado y que nunca me han defraudado: mi abuela Mimí y Woody Allen", dice Patricio. "Conocí a Allen hace unos años. Y estuve hace unos meses en su casa para entregarle una copia de Plácido con subtítulos en inglés, hablé con él por el telefonillo. El fingía que no era Allen; y yo me hice pasar por un repartidor. Le vi asomarse por las cortinas", recuerda Alvargonzález, que vivió por cierto una escena absolutamente "cayetana" durante una de las actuaciónes de Allen con su banda de jazz en el Hotel Carlyle de Nueva York. "Estaba también el torero Talavante, pedimos ostras. Le llevé un vinilo de Duke Ellington que le encantó pero olvidé darle el DVD de Plácido, por eso fui a su casa", relata Alvargonzález, que también ha corrido, a su manera, "delante de los grises". "En 2018 fui a los premios Princesa de Asturias a darle su copia de Plácido a Scorsese. Me salté el cordón policial, pero como me topé con la reina Letizia, acabé escoltado".

Volviendo a Allen: si Cayetano fuese una película suya, sería…
Zelig, sin duda. Mis abuelas son las únicas personas que realmente me conocen. Con el resto utilizo una máscara, un humor totalmente distinto según con quién esté. Me meto en muchos personajes, y Cayetano es el fruto de uno de ellos. Por ejemplo si voy a Sevilla, hablo con acento andaluz. Tengo el síndrome de Zelig.

Sin hacer spoiler, ¿cómo va a evolucionar don Cayetano en próximas entregas?
La idea es que se vaya metiendo cada vez más de lleno en el mundo real. Viajará a Madrid, se encontrará con que Mauricio le ha tomado la casa… Me gusta que el mayordomo no aparezca, que sea omnipresente pero no se le pueda ver ni escuchar, que es una cosa muy del servicio, muy de Cosme. A Cayetano lo envidio porque es muy amable con el servicio, yo soy mucho más seco. La historia irá muy con el curso de las noticias.

¿La parodia supera a la realidad?
Probablemente. Hemos visto escenas como la del tío Jacobo, este señor de Santander que salió con el chófer –se refiere al hombre que condujo un Mercedes descapotable durante una de las últimas protestas en Madrid–. Le comparaban en Twitter con Berlanga, a mí me parece más como un Azcona de brocha gorda, el Ferreri de La grande Bouffe, todo exagerado, todo ya de más. Hay algo más fino, mordaz y sátiro en Berlanga que en lo que estamos viendo. La realidad es más propia de Ozores.

Fuente: Leer Artículo Completo