¿Qué hay detrás del cambio de imagen de Kate y Guillermo en sus redes sociales ?

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En el palacio de Kensington, el hogar londinense del príncipe Guillermo y Kate Middleton y algunos otros parientes, hay alrededor de 100 miembros de personal empleados, que hacen de todo desde cocinar y limpiar hasta llevar las cuentas y las comunicaciones. Durante los últimos cinco años o así, también hay mánagers que llevan las redes sociales entre los empleados de palacio, y desde que saltara por los aires la pandemia del coronavirus en marzo, estos empleados se han vuelto cada vez más importantes en los asuntos de Guillermo y Kate, incluso aunque trabajan desde casa y los Cambridges se refugian en Anmer Hall, su residencia de campo en Norfolk.

Durante los últimos meses, la cuenta de Instagram de los duques de Cambridge @KensingtonRoyal ha ofrecido más mensajes personales y vistazos a su vida diaria que nunca. El lunes, la cuenta hizo algunos pequeños cambios que ponen de manifiesto que Kate y Guillermo se están tomando en serio sus redes sociales como parte de su papel como miembros de la realeza. El nombre que muestran ahora cambió de ‘Kensington Palace’ a ‘duque y duquesa de Cambridge’, y actualizaron la foto de perfil a una imagen reciente en la que aparecen la pareja y sus tres hijos, el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.

En septiembre de 2014, la nueva generación de royals hizo su primera incursión en las redes sociales, cuando abrieron una cuenta de Twitter del Kesington Palace, que siguió la vida de Guillermo, Kate y el príncipe Harry. Pocos meses después, añadieron también cuentas de Instagram. Como los tres estaban llevando a cabo su transición a ‘royals’ a tiempo completo, las cuentas se convirtieron en una fuente de confianza en materia de actualizaciones sobre sus encuentros y el reflejo de su cercana relación. Cuando Meghan se unió a la familia, empezó a aparecer en la cuenta y también aparecieron en ella imágenes no oficiales de la boda de la pareja, en mayo de 2018. Al igual que la cuenta compartida por el resto de la familia real, las publicaciones se escribían en tercera persona y generalmente solo mostraban fotos publicadas previamente por los medios de comunicación.

A finales de 2018, Meghan y Harry decidieron dejar el palacio de Kensington para mudarse a Frogmore Cottage, en Windsor, y trasladaron sus empleados al palacio de Buckingham, donde se encuentran el resto de empleados de la familia. Cuando abrieron su propia cuenta de Instagram @SussexRoral, en abril de 2019, cambiaron el enfoque casi de inmediato. Sus nombres fueron ‘el duque y la duquesa de Sussex’ desde el principio, ellos elegían sus propias imágenes y los comentarios tenían un tono menos formal y a menudo estaban firmados por Meghan o Harry. Utilizaron la cuenta para compartir fotografías privadas o exclusivas y cuando Archie Mountbatten-Windsor nació, la cuenta fue la primera fuente de información. En enero, fue cuando anunciaron su salida como miembros de la familia real.

Cuando la familia real empezó a referirse al coronavirus por primera vez, los trabajadores de Kate y Guillermo aún esperaban que fueran capaces de hacer apariciones personales y de llevar a cabo su trabajo de la forma más normal posible. Pero cuando el país se sumió en un completo confinamiento, las videollamadas se convirtieron en las nuevas formas de visitar lugares y las redes sociales en una forma de documentarlas después. También empezaron a compartir más imágenes improvisadas de su vida diaria, como el vídeo en el que aparecen George Charlotte y Louis aplaudiendo a los trabajadores esenciales en el jardín.

A finales de marzo, la cuenta @SussexRoyal se silenció, y aparte de algunas sorpresas y llamadas y vídeos compartidos por otras organizaciones sin ánimo de lucro, Meghan y Harry mantienen su vida en secreto mayoritariamente. Gracias a los cambios que ha traído el coronavirus, son Kate y Guillermo quienes parecen continuar con sus interacciones y acercamiento al público.

Artículo publicado originalmente en la versión estadounidense de Vanity Fair y traducido por Paula Peña. Acceda al original aquí.

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