Que hacer ejercicio es saludable lo tenemos claro pero, ¿qué pasa si no te gusta? Si cada vez que te propones hacer deporte de manera habitual fracasas aquí tienes los mejores consejos para motivarte y que entrenar sea un elemento más de tu rutina.
La motivación inicial puede sabotearte
Parece una paradoja pero un exceso de motivación puede tener un efecto rebote y hacer que te desinfles nada más empezar. Hugo Onaindia, psicólogo de Equilibria, explica que “Uno de los errores mas comunes es precisamente tener demasiada motivación, focalizarse en un gran cambio en la vida y en todos los beneficios que hacer ejercicio va a tener sin tener presente al mismo tiempo el coste emocional, de tiempo y dinero que esto conlleva.” Si decides ponerte a entrenar ten en cuenta todos los factores que se van a derivar de incluir en tu rutina hacer ejercicio, vas a tener que dejar de hacer otras cosas en ese tiempo que le dediques al deporte, supone un gasto si te apuntas a un gimnasio, centro o te equipas para un deporte específico y requiere constancia y esfuerzo.
“Los resultados van a tardar algo de tiempo en llegar y requiere de mucha fuerza de voluntad cambiar un placer inmediato por un beneficio que llegara en el futuro. Es importante disfrutar del proceso para lograr mantener el hábito.” apunta Onaindia. Así que ya lo sabes, la clave está en encontrar la forma de disfrutar haciendo ejercicio, no solo por el beneficio a largo plazo que puedes obtener sino como un hábito saludable más de tu rutina, conviértelo en un estilo de vida.
Elige bien tu rutina de ejercicios
Para lograr integrar el ejercicio en tu vida y disfrutar con ello, lo ideal es saber elegir qué tipo de deporte va más contigo. Si eres de las que no le gustan nada las salas de máquinas ni las pesas opta por las clases colectivas, hay actividades como zumba, body pump o aquagym que tienen mucho ritmo y son muy divertidas. Si por el contrario prefieres actividades más calmadas pero también que presenten cierta intensidad de ejercicio, opta por pilates o yoga que son disciplinas en las que se trabaja la fuerza, el equilibrio y la coordinación desde el control de la respiración y buscando el bienestar de cuerpo y mente. Además, ir a clases, es una forma de conocer gente nueva.
Nadar también es un ejercicio muy completo si no quieres meterte en clases con más gente e ir por tu cuenta, al igual que el boxeo, y si quieres emociones fuertes apúntate a un box de crossfit. Puedes elegir realizar deporte al aire libre como running, montar en bici, escalar o patinar, ¡incluso puedes entrenar en casa! Ponte tu música favorita, piensa en que ese momento es solo para ti y aparca tus preocupaciones, elijas el deporte que elijas.
Busca un alidado en tus días de descanso
Probablemente no entrenes a diario, no dejes que esos días de descanso se conviertan en enemigos que acaben por hacerte perder el hábito. Hugo Onaindia ofrece pautas para que esos días sin hacer ejercicio no logren desmotivarte, “Lee todo lo que puedas sobre el deporte que realizas y sigue a youtubers o divulgadores que te ayuden a aprender más sobre él para seguir conectada los días que no entrenas, no solo optimizaras tus resultados sino que mantendrás el hábito a largo plazo. El deporte es como el amor no como la amistad, la amistad tolera bien la distancia, pero el amor no.”
Los días de descanso son necesarios para que el músculo se recupere y el cuerpo se restablezca pero pueden ser un arma de doble filo, no dejes que te venza la pereza y dales la importancia que tienen para continuar con tu saludable rutina de ejercicios semanal.
Ropa y equipamiento deportivo
No es necesario invertir grandes cantidades de dinero en ropa y equipamiento, salvo en deportes específicos, sin embargo, verse bien en el espejo siempre es motivador y estrenar elementos como esterillas, pesas rusas, auriculares, mallas, tops o bolsa de deporte, zapatillas… es un factor que ayuda a comprometerse más con el hábito de hacer ejercicio y consigue ser un pequeño premio periódico para mantener tu nuevo y saludable estilo de vida de la mejor forma.
Sé práctica y realista
Elige un deporte al que te sea fácil adherirte, si decides apuntarte a un gimnasio o un centro de pilates, por ejemplo, cuádralo bien en tu agenda semanal y opta por lugares que no te obliguen a realizar traslados que rompan tu rutina diaria porque si es así seguramente acabarás por no ir. Si tu gimnasio está cerca de casa o puedes ir al salir del trabajo te será muchísimo más fácil lograr una continuidad.
No te marques objetivos poco realistas nada más empezar porque terminarás frustrándote al no lograr resultados rápidamente. Vas a necesitar ser constante por lo que ponte pequeñas metas que hagan de motor motivador pero que vayas conquistando en poco tiempo, estos pequeños premios que son muy satisfactorios a nivel personal y te van a animar a continuar. Si nunca has hecho ejercicio o llevas tiempo sin hacerlo empieza poco a poco y ve aumentando la intensidad para que no termines destrozada el primer día y no quieres volver a hacer deporte nunca más en tu vida. Pasito a pasito vas a poder ir convirtiendo tu nueva actividad en parte de tu vida.
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