¿Dónde han ido a parar todos los vestidos de lycra de los últimos veranos? ¿Qué fue de la silueta Baywatch? ¿Quién mató al vestido bodycon? Oysho, con el vestido tarta, en mayo de 2020. No se necesitan muchas más pistas para descifrar un misterio que comenzó a plantearse en el mismo momento en que empezaron a florecer los primeros vestidos pradera entre las tendencias más relevantes de los pasados meses.
Aquella silueta puritana que remitía a la serie de Laura Ingalls como al recatado atuendo tradicional Amish o menonita, se impuso como una respuesta estética a los tiempos de la hipersexualización que empezaron con la etapa de Tom Ford al frente de Gucci y acabaron en el exhibicionismo Kardashian. La moda dejó de interesarse por el vestido bandage para centrarse en los que liberaban a la mujer de la tiranía de las costuras ceñidas y le concedían centímetros de tela extra para expresarse en la falda, en las mangas y en el escote.
Toda esa (rev)evolución se gestó justo a tiempo para la primavera más extraña que se recuerda, cuando ha hecho falta algo más que un vestido bonito para sacarnos del pijama. Concretamente, uno cómodo. Agradable como un camisón y tan elegante, en apariencia, como uno de fiesta. Así hemos pasado los últimos meses y así queremos pasar los siguientes: en la holgura de un vestido amplio, de algún color optimista que podamos llevar con babuchas en casa y con sandalias planas en nuestros primeros paseos.
Cómodo es el nuevo sexy.
© Cortesía de Oysho
Precisamente, la última colección de Oysho recoge ambas premisas: la del vestido amplio y la de las primeras sandalias de la temporada que se llevan con TODO y a todas partes.
El vestido →
Ya sea largo o corto, liso o estampado, el vestido que propone Oysho para el verano de 2020 rescata la silueta trapecio de los vestidos babydoll de Balenciaga y los fusiona con la falda de tres niveles de volantes que pusieron de moda las danesas. ¿La clave? La cintura, aunque tenga costura, siempre permanece suelta sin ceñirse al abdomen.
© Cortesía de Oysho
Las sandalias →
Un poco romanas y un poco floss. Las estilistas de Oysho han combinado todos los nuevos vestidos de verano con unas sandalias planas de tiras finísimas que trepan por las piernas como el calzado de inspiración clásica. De ellas han heredado la lazada al tobillo y de las Floss de 2019 la filigrana que dibujan en el empeine. Todo apunta a que serán más populares que las sandalias deportivas con tiras de velcro y no tenemos nada que objetar porque, a juzgar por la imágenes, son la pareja perfecta del vestido tarta.
© Cortesía de Oysho
Sandalia atada monocolor. COMPRAR
Gracias, Oysho por estos 10 vestidos de cintura suelta con los que, nosotras y vuestras sandalias, seremos muy felices los primeros meses de verano.
10 vestidos de cintura suelta que las estilistas de Oysho han combinado con las próximas sandalias planas tendencia
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