Depilación en casa: 5 métodos sencillos para olvidarte del vello

El no poder acudir a nuestro centro de belleza habitual, debido a la situación de aislamiento en la que nos encontramos, no significa que tengamos que renunciar a aspectos tan importantes como la depilación. Gracias a la multitud de productos y gadgets con los que contamos a día de hoy, acabar con el vello no deseado de nuestro cuerpo desde casa puede resultar igual de efectivo.

Lo importante es conocer tu piel, saber con exactitud qué buscas, -un resultado rápido o uno a largo plazo-, y sumarte a aquella técnica de depilación que más se adapte a ti. Nosotras hemos dado las cinco más frecuentes en los hogares españoles, ahora es el turno de que decidas cuál es la que quieres poner en marcha para acabar con el vello de tu cuerpo.

Depilación con cuchilla

Siempre es una opción, sobre todo por la rapidez y simplicidad. Los expertos recomienda utilizarla tras la ducha, deslizándola primero en dirección al crecimiento del pelo y después al contrario, la mayoría de estos productos ya cuentan con el gel incorporado en sus cabezales, lo que favorece todavía más su uso, sino puedes aplicar un poco de jabón para mayor efectividad.

Este método es favorable para quienes cuentan con poco vello o para quienes estén optando por la depilación láser y no puedan acudir a su centro de belleza. El mayor inconveniente es la brevedad de la duración de esta depilación, en cuestión de tres o cuatro días podrás ver como el vello vuelve a salir, aunque depende de cada persona.

Depilación con cera caliente

Es uno de los métodos más utilizados y también uno de los más precisos. Si eres una asidua a este tipo de depilación muy posiblemente cuentes con un calentador eléctrico en casa, la técnica es muy sencilla, tan solo tendrás que calentar la cera, aplicarla sobre el vello (antes de ello es fundamental comprobar la temperatura), expandirla con una espátula, colocar las tiras y cuando se sequen, retirarlas.

Este tipo de depilación retira el pelo de raíz y es muy duradera, hasta tres semanas, sin embargo tan solo es favorable para aquellas que cuenten con una longitud de al menos 5 mm, sino puede no funcionar. Además, a diferencia de la cuchilla puede ser más doloroso y agresivo, un buen consejo es utilizar crema hidratante o aloe vera tras utilizar este tipo de cera.

Depilación con cera fría (bandas)

Es una de las más recurrentes a la hora de realizar la depilación en casa. El método es muy sencillo: tan solo deberás coger una banda, frotarla un poco con las manos para que alcance la temperatura correcta, colocarla en la zona que requieras, presionar sobre ella y retirarla rápidamente en la dirección contraria al crecimiento del pelo.

Al igual que ocurre con la cera caliente, para que sea efectiva tendrás que dejar crecer el pelo algunos milímetros, además no suele ser una opción muy práctica para aquellas personas con vello abundante. La parte positiva es que es realmente higiénica, no irrita la piel y cuenta con diferentes versiones para el cuerpo así como para el rostro para poder utilizar la misma técnica en todas partes.

Depilación con maquina eléctrica

Es una de las opciones más longevas por lo que contar con una en tu hogar es prácticamente un hecho. Es fácil de utilizar y consigue atrapar hasta el vello más incrustado, además de resaltar la larga duración que podemos conseguir con ello.

Para zonas más delicadas como el rostro o las asilas hay quienes no recomiendan este tipo de máquinas, aunque con el avance de la tecnología actual podemos encontrar cabezales más específicos para ello. También, hay mujeres que ven este método realmente doloroso, aunque el avance de la tecnología ha logrado que las nuevas opciones sean menos agresivas.

Fotodepilación

Este método, muy popular en los últimos tiempos, se produce gracias a que los disparos de luz (ya sea luz láser o luz pulsada intensa IPL) son absorbidos por la melanina del vello que conduce hasta la raíz, consiguiendo debilitar el pelo y finalmente, tras varias sesiones, eliminarlo permanentemente. Contar con una depiladora de este tipo es, sin duda alguna, una inversión a largo plazo.

Es muy favorable sobre todo para aquellas zonas que nos producen mayor dolor o molestia a la hora de depilar, como pueden ser las ingles o las asilas. A pesar de su eficacia, depende del tipo de piel y del vello de cada persona, aunque aquellas con piel sensible suelen ver en esta depiladora su mejor aliada.

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